viernes, 6 de julio de 2012

Eurovegas, Regreso al Futuro

Como de costumbre, el pueblo, o al menos parte de él, se ha avanzado a los poderes públicos y ha empezado a darse cuenta de que o cambiamos el chip o esto se va a la mierda. La sociedad en que vivimos y, aún peor, hacia la que nos dirigimos, delira. Se podría escribir una enciclopedia para justificar esto pero lo que me trae al netbook es plantearos la idea de lo importante que resulta como símbolo el proyecto Eurovegas. Qué decir tiene que estoy radicalmente en contra y que para mí hay un millón de razones para estarlo, desde ecológicas a económicas pasando por las ideológicas (de las morales que están aduciendo algunos hipócritas paso).

Son tantas las cosas que me sugiere que no sé por dónde empezar. Por ejemplo, me parece un desafío, una prueba de fuerza del poder (en mayúsculas) que se plantee un proyecto así en un momento en que la gente empieza a plantar cara masivamente y por todo (otra cosa es lo que se refleja en la prensa y, sobre todo, en la televisión).

Eurovegas es un estilo de vida. No es un negocio concreto que va a enriquecer a unos cuantos y a generar un puñao de puestos de trabajo precario. Es un concepto. Presentarlo como "progreso" y "crecimiento" significa que los poderes económico y político quieren más de lo mismo, esto es: producción masiva, desproporcionada y delirante, gran consumidora de energía y enorme generadora de basura que acaba en los mares del Tercer Mundo (o en Cuenca: ATC en Villar de Cañas).

Además de deprimirme cuando finalmente el proyecto de los cojones se apruebe, me repugnará pensar que indirectamente, yo lo estaré financiado con mi dinero, dinero que me obligan a ganar para que yo siga sobreviviendo y patrocinando su gestión detestable que además va en contra de lo que yo quiero para mi futuro, aunque corto, respetable. Lo pagaré con mis impuestos y en las facturas del agua, la luz y el gas porque las infraestructuras se quedarán cortas para tanto consumo y habrá que ampliarlas y mejorarlas para que los inversores estén contentos y los turistas disfruten una semanita al año tirando su dinero en el casino y dejando una estela de mierda a su paso. ¿Progreso o regreso?

2 comentarios:

  1. Magnífico artículo de opinión

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  2. Lúcido, bien redactado. Un placer leerte, como siempre

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